Autonomía y libertad bosquesinas

La problemática de la autonomía en la región amazónica nos pone de cara a la alteridad bosquesina donde esta adquiere una forma particular, según el antropólogo y lingüista Jorge Gasché:

«A diferencia del trabajador urbano, que, en su ambiente laboral, obedece a jefes que le mandan y se inserta en un orden jerárquico empresarial y, en su ciudad, está sometido a leyes y reglamentos de origen escrito y a representantes del orden público (policía), el comunero bosquesino no tiene quien le mande en sus actividades cotidianas, y las autoridades comunales, inclusive las decisiones de las asambleas, no tienen un poder de mando reconocido. Ningún comunero — aunque sea el presidente o el teniente gobernador de la comunidad (con pocas excepciones que discutiremos más adelante) — da una orden a otro comunero. Eso nunca ocurre según nuestras propias observaciones. Y si no ocurre, es que no tiene cabida en la sociedad bosquesina, en la que nadie puede pretender imponer su voluntad a otro comunero. Esta autonomía entre adultos pertenecientes a diferentes casas, a diferentes unidades domésticas, es uno de los rasgos resaltantes de una sociedad igualitaria. Si bien los menores hasta 13 o 14 años se pliegan a la autoridad de los padres, y si bien en el seno de la pareja pueden manifestarse tendencias o “gustos” autoritarios (¡tanto del lado del hombre como del de la mujer!), los adultos deciden lo que van a hacer en cada momento del día y de la noche. No hay horario, ni jefe que obligue a cualquier actividad. El hombre y la mujer adultos deciden cada día y en cada momento lo que van a hacer; a veces prevén un programa de actividades para los próximos días, pero a su iniciativa y criterio. El tiempo que hace, el nivel del río, la aparición de mijano, la maduración de ciertos cultivos y frutas, la falta de pescado o carne, la invitación a una minga… condicionan u orientan sus decisiones, pero éstas siempre son opciones, no obligaciones. A través de sus actividades, el bosquesino satisface sus necesidades, pero en qué estación del año, en qué día, en qué momento del día y dónde hace qué cosa, lo decide él según su conveniencia, aun teniendo en cuenta, qué época del año, qué clima, qué hora del día y qué medio natural son los más apropiados para el éxito de su actividad y para la satisfacción que goza en ella, o — y eso es un factor condicionante más — qué compromiso tiene con otro comunero que ha solicitado su cooperación y con el cual le liga un vínculo de reciprocidad, de servicios y apoyos mutuos.

Mientras que el trabajador urbano está constreñido por sus obligaciones laborales resultantes del constreñimiento mayor de tener que vender su fuerza de trabajo para poder satisfacer sus necesidades de consumo (¡más no las del gusto de trabajo!), el bosquesino decide con libertad, qué hace, dónde y cuándo y si actúa sólo o invita a otros a colaborar. El bosquesino ejerce su libertad, pero la ejerce con juicio, con criterios formados por su educación y formación, sus experiencias y sus éxitos anteriores. Todo lo que ha aprendido a través de sus actividades en relación con los fenómenos naturales que rodean y permean su cotidianidad, es decir, sus conocimientos y su saber-hacer, condicionan su libertad de opción y decisión, más no lo obligan, no lo constriñen.

En la comunidad Santa Elena (SE, comunidad kichwa del medio río Tigre, situada en la orilla de una cocha que tiene salida al río. Su posición GPS es: 0534262 UTM 9611721), un comunero dijo bien claramente: “En mi comunidad, somos libres.”

En la comunidad Santa rosa (SR, comunidad “mestiza” en la orilla derecha del bajo Ucayali ubicada a poca distancia de la ciudad de Requena. Su posición geográfica es: 73º 45′ 59″ longitud oeste, 04º 58′ 25″ latitud sur) cuando el investigador se retiró de una rueda de conversación con aguardiente diciendo “tengo que ir a trabajar”, los comuneros presentes contestaron: “Nosotros aquí vivimos nuestra vida” (entendiendo que nadie nos exige nada, hacemos lo que nos da la gana).

Esta libertad de todos los días, condicionada por el contorno material local y el horizonte de la conciencia del sujeto que es el resultado de sus experiencias vivenciales personales, es concreta, práctica, porque el actor bosquesino es dueño de sus medios de vida y producción: siempre tiene acceso a los recursos naturales, tierra para cultivar, sitio en la comunidad y casa donde alojarse con su familia, y dispone de sus instrumentos de trabajo: semillas, hacha y machete, utensilios de cocina, canoa, anzuelos, flechas, eventualmente redes, escopeta, perro… Si le han robado su canoa, puede prestarse una de un familiar, hasta que él mismo haya vuelto a hacer una. Ocurre también que entre familiares se prestan escopeta o redes, en cual caso el cazador o pescador da una parte de su mitayo o pescado al prestamista. Cuando el préstamo tiene lugar entre personas no relacionadas por parentesco, alianza familiar o vecindad, el prestamista cobra a veces un alquiler o fija el porcentaje que el cazador o pescador le debe de su producto.

La posesión de los medios de producción es el sustento material del ejercicio de la libertad condicionada del bosquesino, cuya autonomía es reconocida y respetada por todos, inclusivo por las llamadas “autoridades”. Cuando uno de estos medios hace falta, las relaciones de reciprocidad remedian a esta situación, pues, mediante el préstamo, el comunero obtiene acceso al uso del medio de producción del que carece en un momento dado. Sin embargo, esta solución es transitoria; el bosquesino siempre aspira a superar la carencia que le hace “dependiente” de otro, a fin de restablecer su plena autonomía. Quiere tener su canoa propia, su red propia, su escopeta propia, y hasta su pequepeque o motosierra propia. Sólo si él mismo es dueño de todos sus medios de vida y producción, es un comunero en sentido pleno, una persona “completa”, por ser autónoma; y, como tal, ejerce libremente su reciprocidad y generosidad, como igual entre iguales, todos capaces de satisfacer sus necesidades.

Las actividades, por cierto, obedecen también a ciertas rutinas, que hacen que el sujeto actúe como tiene costumbre de actuar, sin confrontarse en cada momento con una libertad genérica, abstracta. El sujeto decide hacer algo que se encuentra en el horizonte de su conciencia, de su experiencia y práctica diarias habituales. Pero este horizonte engloba un abanico de posibilidades de actuar, entre las cuales escoge a su gusto, con libertad, — esta libertad condicionada, que acabamos de mencionar.

Habiendo iniciado una actividad, el bosquesino la prosigue a su ritmo. Nadie le empuja para que trabaje más rápido, ni le obliga a que responda al ritmo de una máquina o de los clientes que se presentan en una taquilla o en un negocio. Si siente cansancio en un trabajo esforzado o fastidio estando sentado y ocupado en una artesanía, descansa y conversa un rato, luego retoma su actividad; si siente sed, interrumpe su obra y toma masato o cahuana. Nadie le mide la hora, ni su producto. Él mismo decide cuánto tiempo quiere dedicarse a una actividad y qué resultado le basta para hoy que completará mañana o en los próximos días o en otra semana, orientándose siempre en los criterios climáticos, las oportunidades naturales y las “exigencias” de la reciprocidad. Este último criterio merece que lo detallemos, pues introduce una nueva dimensión en nuestro concepto de “sociabilidad”».

[Fragmento del texto inédito: INFORME FINAL DEL PROYECTO 454-2005 (IIAP — CONCYTEC) LIBERTAD, DEPENDENCIA Y CONSTREÑIMIENTO EN LAS SOCIEDADES BOSQUESINAS AMAZÓNICAS. ¿QUÉ SIGNIFICA PARA LOS BOSQUESINOS “AUTONOMÍA”, “CIUDADANÍA” Y “DEMOCRACIA”? Páginas 51 y 52, Escrito por: Jorge Gasché Suess, Napoleón Vela Mendoza, Julio César Vela Mendoza, Erma Babilonia Cáceres.]

Contrastando con ello, veamos lo que dice el filósofo griego Cornelius Castoriadis, cuyo famoso libro «La institución imaginaria de la sociedad», predijo con una década de anticipación la caída del Muro de Berlín. En una entrevista titulada:

Autonomía individual y autoomía social

Candidatear no es la única forma de aprovechar el espacio electoral: ¿y la participación con vigilancia ciudadana?

La semana que ha pasado ha sido interesante por el debate sucitado entre libertarios sobre la participación de TyL en las próximas elecciones municipales, sin perder de vista el proceso electoral mayor que es la elección preidencial donde nuestro candidato libertario Marco Arana está en carrera, interesante porque ha puesto a prueba los flamantes líneamientos políticos que emanan de nuestro reciente Congreso Fundacional, y es que el anhelo de participar en las municipales ha hecho que algunos compañeros hayan flexibilizado sus puntos de vista a la hora de pensar la política de alianzas que debe llevar nuestra organización, esto se puso de relevo cuando aparecieron en los diarios una desafortunada respuesta que diera la lideresa de la agrupación Fuerza Social, Susana Villarán, en una entrevista concedida en un diario de circulación nacional acerca de sus conversaciones inconsultas con Alianza para el Progreso, a espaldas de los participantes con quienes Fuerza Social participa en una confluencia con miras a las elecciones municipales, en la que participa TyL Lima. Esto ha generado el desagrado de muchos libertarios dado que para nosotros la agrupación Alianza para el Pogreso es considerada de derecha y está ligada a actos de corrupción.

En medio de acalorados debtes entre representantes distritales de Lima, si bien todas las posturas han sido respetables y han servido como un termómetro para saber como pensamos unas y otros comaradas respecto a las políticas de alianza con otras organizaciones, así como en cuestiones de táctica y estrategia política. Cabe resaltar que nos ha sorprendido gratamente en este debate la postura clara y contundente de la camarada Marisa Glave, quien poniendo por delante los acuerdos del Congreso Fundacional no ha dudado en advertir los peligros de una política de alianzas demasiado ligera lo cual podría hacernos perder de vista el objetivo más importante que serían las elecciones presidenciales, aquí hay lecciones que debemos recordar sobre la debilidad de las fuerzas políticas que participan en procesos electorales quemando etapas de maduración debido a la urgencia de las coyunturas -esto nos recuerda al Partido Nacionalista del que ella proviene, como algo digno de tener en cuenta, si pensamos en el balance desde el inicio de su bancada con un final muy aleccionador-. Definitivamente hay distritos en los que Tierra y Libertad está encondiciones de presentar candidatos, pero no es el caso de todos y por ello el ánimo no debe decaer, por el contrario, la participación ciudadana con vigilancia, el exigir rendición de cuentas, es algo muy importante si queremos hacer crecer la base social de nuestro trabajo que no es electorero, es el caso de la trayectoria de nuestro camarada Marco Arana, que deberíamos seguir.

En tal sentido la vigilancia ciudadana se presenta como una vía interesante de maduración política, crecimiento de nuestra base social, aprendizaje político en temas de gobernanza y gobernabilidad, entendemiento de la función pública y la gestión gubernamental, es una buena forma de prepararse para gobernar que es algo complejo, para lograr convertirnos en una altrernativa viable, lo cual implicará impulsar hacer escuelas de capacitación, trabajar en la creación de cuadros, etc. Bienvenida la participación ciudadana y la reinvención de nosotros mismos en el espacio de la política, el 2011 está a la vuelta de la esquina.

PARA TODOS TODO (sí) PARA NOSOTROS NADA (lo justo)

En alusión al titular publicado en el periódico Tierra y Libertad (Año 1, N°0, Editado por la Comisión de Comunicación de TyL en Lima, Pág. 7, autora: Yalina Espinoza). Asimismo ahora que se debate en todos lados nuestra participación en las próximas elecciones, es importante recordar estas frases… escritas en el fragor de la lucha por un mundo mejor para todas las sociedades. No tiene nada que ver con descalificar nuestra participación activa en los actuales procesos electorales sin embargo debe servir para su debate. Consideramos que este eslogan llama la atención sobre la ética que se debe mantner cuando se asume un cargo público sea como funcionario o autoridad. Donde el cargo se convierte es un medio para sevir a los ciudadanos, no en algo de lo que habría que servirse, como sucede con los escándalos de corrupción actuales.

«Nosotros nacimos de la noche. En ella
vivimos.
Moriremos en ella.
Pero la luz será mañana para los más,
para todos aquellos que hoy lloran la noche,
para quienes se niega el día,
para quienes es regalo la muerte,
para quienes está prohibida la vida.
Para todos la luz. Par…a todos todo.
Para nosotros el dolor y la angustia,
para nosotros la alegre rebeldía,
para nosotros el futuro negado,
para nosotros la dignidad insurrecta.
Para nosotros nada.»

(Fragmento de la IV Declaración de la Selva Lacandona,
CCRI-Comandancia General del EZLN )
Autores: Subcomandante Marcos e Yvon Le Bot

Sobre la «Genealogía del fanatismo» de E.M. Ciorán

Introducir la lectura de Ciorán sobre el fanatismo (enviada por mail) tiene el único fin de prepararnos para próximas batallas teóricas… con intención de contribuir a la generación de espacios donde poder reinventarnos, procesos lentos del que tal vez emergan formas nuevas de habitar en el mundo, sin olvidar que el mundo es solo la totalidad de los hechos, no la totalidad de las cosas. En particular, como amazónicos tendremos que encontrar la forma de convencer al resto de las regiones del Perú para que no dejen de tener presente en cada uno de sus actos que son habitantes de un país diverso donde la raíz principal de su problemática más grave pasa por no haber reconocido su alteridad, o lo que es lo mismo, la presencia del «otro», «ese que no soy yo… en consecuencia ignoro, para dejarlo refundido en la tierra del olvido».

En el Perú hay mundos que han vivido históricamente en forma paralela y a la vez tejiendo entre sí un haz de relaciones de poder que van desde las que responden a un modelo de sujeción hasta las que han respondido al del etnocidio que sigue vigente (el etnocidio del Putumayo en el S. XIX y comienzos del S. XX, la violencia política de la segunda mitad del siglo XX, y recientemente el «Baguazo» son la expresión clara de que el etnocidio sigue habitando en el imaginario de los gobiernos de turno), pasando por otros modelos de relaciones de poder, entre las que también hay que poner las de carácter «positivo», en la medida que producen «conocimiento» como es el caso del discurso científico por ejemplo. Y más allá, entre una y otras, están las relaciones que se constituyen en un campo que hoy en día llamamos «la interculturalidad». Como espacio actual donde se interrelacionan las culturas, la «interculturalidad» existe hace mucho, en realidad desde que las sociedades empezaron a existir como tales. Sucede lo mismo con las lenguas naturales y los lenguajes, nunca han existido o se han desarrollado solos, por ello para poder dar cuenta del mundo se necesitan al menos dos lenguajes -ya que de otra manera se tendría una visión del mundo como un plano bidimensional, lo cual caracteriza al fanatismo, que no puede ver el mundo como un «holograma» en tres dimensiones.

Por ello, antes de andar por los trayectos y las condensaciones que conforman los procesos de identidad, entendida muchas veces como materia-insumo de «lo intercultural», lo que hay que tratar es de la política que se pone de relive cuando asumimos históricamente la existencia de la alteridad, la cual nunca debería haber sido tratada en forma singular como entidad única ya que su naturaleza es relacional, plural, diversa, por ello aparece siempre en medio de varias y diversas identidades. Desde ahí que lo intercultural pueda verse como una situación política, estratégica, entre identidades que han vivdo paralelamente y en forma desigual, donde unas se han arrogado el derecho de hablar sobre las «otras» -he aquí una política de las lenguas cuya situación actual se caracteriza por encarnar una diglosia galopante-, a partir de conceptos etnosuficientes que en realidad son sólo suyos pero co los cuales pretende definirlas. Por ello la la alteridad es una cuestión que debe ser sanjada entre nosotros antes de discutir sobre otros aspectos que la construción organizacional de nuestro partido nos impone, o de los procesos sociales entre los que se producen las idientidades en general (sea amazónica, andina, peruana o de cualquier cosa).

Y es que la alteridad es la expresión de un mundo donde los sujetos son «ontológicamente» distintos y sin «universalismos». Donde por ejemplo la noción de poder (que empleamos con cierta etno-suficiencia entre nosotros) no encuentra un equivalente en el modo de ser de las sociedades bosquesinas, mucho menos en las expresiones de sus lenguas naturales, el «poder» en el mundo occidental tiene una forma de legitimarse que todos asumimos sin darnos cuenta, pero en el mundo de la sociedades bosquesinas amazónicas, las palabras que pronuncia el hablante se legitiman de una forma distinta a la urbana, asimismo es distinta la forma en que circula entre el cuerpo social, adoptando formas sorprendentemente distintas de las nuestras (formados mayormente en una cultura occidental y cristiana) por lo cual sería muy valioso asumir el debate sobre las diferencias entre las nociones de poder y autoridad, de acuerdo al estudio de las sociedades bosquesinas que ha descrito el antropólogo y lingüista Jorge Gasché para la amazonía peruana. Tal vez aquí encontremos un pista para construir entre nosotros relaciones de distinta índole como integrantes de una organización política, donde también existen relaciones de poder y de autoridad (si bien el poder aparece entre las relaciones por lo que se califica de «relacional», también es cierto que puede proceder bajo la modalidad del «el hacer-hacer»: aprender a mandar obedeciendo es la expresión más feliz de esta modalidad del hacer-hacer. La existencia del Otro: el no-capitalino, el no-occidental, los runas que viven en los ayllus andinos, o la diversidad de sociedades bosquesinas amazónicas -algunas en estado de aislamiento o «no-contactadas»-, nos hablan del imperativo de debatir sobre la problemática que implica el no-reconocimiento de la alteridad en nuestro país. Una vez sanjado esto, el debate sobre las políticas socialespara la diversidad cultural, tendrá mejores resultados, pero también será la expresión del grado de madurez que hayan alcanzado los ciudadanos sujetos que pertenecen a una cultura en tnto son hablantes de una lengua natual como el Huitoto, para poner un ejemplo.

Otra forma en que se expresa el no reconocimiento de la alteridad es con el fanatismo, que no responde a otra cosa que a un modelo bipolar del mundo. Como sistema binario, el fanatismo debate consigo mismo sin poder librarse del paradigma que lo lleva a ver el mundo a partir de oposiciones complementarias: blanco/negro, verdad/mentira, frío/caliente, normal/patológico, dios/diablo, sagrado/profano, bárbaro/civilizado, etc, sin matices en el medio. A diferencia de un pensamiento crítico que sí logra sustraerse a estos binarismos, para situarse en una posición más elevada desde donde se podrá tener una vista panorámica del mundo, estratégica, como la mirada del cóndor frente a la mirada de la serpiente, antes de bajar al mundo… Al parecer, en Ciorán puede leerse la cuestión de que tener una perspectiva, es sólo posible cuando encarnamos al «indiferente» que buscaba Diógenes con su linterna… En realidad, si se lee bien, el indiferente de Ciorán tendrá que estar muy ocupado en no identificarse con ninguno de los dos o más polos que puede haber en una coyuntura, de tal forma que pueda ver todo el campo desde la perspectiva que te da el estar parado en la cima de una piramide o en el lugar desde donde vé «el tercer ojo» (divino), o el «n» punto de vista. Al igual que el incosciente freudiano que de pronto se nos aparece para hacernos dar cuenta del significado de algo para acto seguido desaparecer, volvemos luego a nuestro estado inical de existencia condicionada con la que nos sentimos «comprometidos» a adoptar «un» punto de vista -con el sentimiento de ser «un ojo» que lo ve todo sin poder verse a sí mismo-. Por ello el «indiferente» de Diógenes evocado por Ciorán, es un sujeto que tiende a ver las oposiciones entre polos opuestos, como un campo de relaciones que acaecen en un plano tri o múltidimensional de «alta resolución». Es esta la distancia a la que nos pone una «indiferencia-activa» frente al mundo, antes de encarar la problemática de la alteridad en forma serena, tomndo en cuenta todos los puntos de vista que provienen de ambos lados de las diversas fronteras culturales que atraviesan nuestro territorio.

Para bajar el texto de ciorán:

TIERRA Y LIBERTAD: MANIFIESTO

Para una vida buena y en común en nuestro territorio

Peruanas y peruanos de distintas partes del país hemos decidido unirnos en el Movimiento Tierra y Libertad para promover un nuevo Perú.

Queremos que la nuestra sea una tierra libre de opresión y desigualdad por clase, raza, género, religión y orientación sexual. Libre de exclusión y explotación inhumana. Basta del abuso, por parte de los gobiernos y de los poderosos, a nuestra gente, a nuestra patria y a los medios que la naturaleza puso en nuestro territorio para que vivamos en común.

La experiencia reciente en América Latina nos demuestra que son posibles las victorias de proyectos que buscan construir una sociedad que sea profundamente democrática, ambientalmente sostenible y socialmente equitativa.

Tierra y Libertad cree en la democracia y la participación como práctica del día a día. Se afirma en la diversidad como valor fundamental de la vida. Promueve y respeta la autonomía de los pueblos indígenas y postula su propia representación en el Estado.

Tierra y Libertad ve en la equidad de género una necesidad impostergable y la hace realidad cotidiana. Apuesta por la renovación política en todo sentido, y por el espíritu libertario y crítico que la juventud posee, así como la capacidad que las y los jóvenes tienen de aportar como protagonistas para la transformación del país.

Tierra y Libertad se une a todos los que en el mundo tratan de impedir que la crisis presente se descargue, una vez más, sobre los trabajadores y los pobres. Se suma a todos los que en el planeta están bregando en defensa del ambiente ahora en peligro. Se une a todos los que propugnan los derechos humanos universales, la paz y la relación armoniosa y de mutuo respeto entre todos los pueblos y culturas de la tierra.

Nuestro movimiento, finalmente, tiende la mano a todas las mujeres y hombres del país y los convoca a unirse para construir un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.

TIERRA Y LIBERTAD

Comentarios al Periódico anarquista HUMANIDAD en su edición N° 10

¿Que qué opino sobre Humanidad? (http://periodicohumanidad.wordpress.com/) Me recuerda los viejos tiempos cuando los periódicos se diseñaban ya así. Como si el estilo anarco se hubiera perennizado en este tipo de diseño que puede resultar simpático y hasta «retro». Pero detengámonos en la perspectiva que nos propone Humanidad para mirar el mundo, es una excelente oportunidad para tomar un lugar en el escenario de la denuncia y sentarse a esperar la escena donde “la Anarquía acecha…”.

Paolo Formichella 2009

La vaguedad para con «Anarquía» es algo que caracteriza su peculiar manera de ver el mundo, se requieren de mayores capacidades para comunicar la propuesta libertaria ¿en que consistiría esta “Anarquía” aparte de acechar… Cómo sería el conjunto de sus prácticas? ¿Cómo la Anarquía? Me dirán, ya lo hemos explicado en el N° 1 y 2 de nuestro periódico. Cierto. Pero es necesario que se abunde más sobre ello ¿Y las sociedades sin Estado que tenemos en el Perú? Veo con agrado la reproducción en vuestro Blog de dos textos del antropólogo francés Pierre Clastres (reconozco la edición pirateada de la edición de Clastres que apareció en Monte Avila Editores, folleto al que se agregó esas imágenes de indígenas, esto se hizo en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México en los años 80, tengo ambas ediciones). A esta reflexión sobre el poder en las sociedades bosquesinas hay que sumarle la que ha elaborado para el caso peruano el antropólogo y lingüista de origen belga Jorge Gasché, perteneciente al CNRS de Francia y afincado en Iquitos hace por lo menos tres décadas, quien ha descrito y estudiado las lenguas Huittoto y Bora, llevando este conocimiento al estudio de las sociedades bosquesina con una posición crítica muy importante desde la cual ha empezado a hacer una arqueología de los proyectos de desarrollo desde un punto de vista duramente crítico con toda la producción desarrollista. ¿Se ha pensado como hacer para respetar la existencia minoritaria de todas estas sociedades sin Estado con todo y sus territorios, en peligro desde que se sabe el tipo de “reservas” de hidrocarburos que tiene? ¿lo habéis pensado fuera de Anarquía? ¿Tal vez sustituir una maquinaria estatal por otra? Afortunadamente la historia del pensamiento y los sistemas emergentes les da en la yema del gusto a los anarcos… ¿porque es la primera vez que una investigación científica demuestra que no se necesitan líderes, ni guías, ni pensadores fundacionales, ni ninguna centralidad en el pensamiento para resolver problemas, los sistemas emergentes los resuelven sin que la solución sea atribuible a la paternidad de nadie, pero aún ahí hay una voluntad de potencia para sistematizarlo.

Si entendemos que todo contexto políticamente significativo está conformado por varios actores desde cada cual es posible una perspectiva distinta, vaya que es una manera de mirar el mundo la de Humanidad, que por supuesto es consciente ella misma de ser una voz en un concierto de voces ¿una polifonía política? Tal vez. Dada la temática que tiene este nuevo número, podría decirse que a Humanidad le sigue obsesionando la temática sobre el poder, su legitimidad y hasta los mecanismos oscuros mediante los que ejerce la “opresión” de los individuos, en su descripción y exaltación de determinados casos, su denuncia contribuye a la descripción del contexto en que existe ese poder ¿pero no nos ayuda a develar su naturaleza, cuál es el argumento ético ahí? Sería interesante que ahondaran en esto para beneplácito de los lectores, les ayudaría a crecer. Esta bien, las elecciones son una patraña, pero la pregunta vuelve ¿qué hacer mientras vivimos una época de elecciones? No compartir la valoración del proceso electoral no implica no saber que hacer cuando se está frente a uno. Les recomiendo la lectura del Discurso de la servidumbre voluntaria, de Étienne de la Boétie (joven pensador francés del s. XVI), ampliamente comentado por Pierre Clastres como por el filósofo Fernando Savater.

¿Crisis del movimiento obrero y el “proletariado”? Bueno sí, mientras lo entendamos como parte de una crisis de las mentalidades mayor donde la llamada “crisis del marxismo” y del “pensamiento socialista” encuentran sus propias versiones? El pensamiento libertario siempre fue muy lapidario con ello ¿Ya dedicaron otros número a ahondar eso? que bueno, pero si no hay que apresurarse en hacerlo, no solo presentar el escenario de la crisis sino también las alternativas posteriores que han aparecido en el pensamiento y la producción teórica posterior. Unos fragmentos de algún libro del maestro Proudhon hubieran estado mejor aún.

Sobre la Comisión de la Verdad y su efecto en la producción bibliográfica sobre la memoria… no habéis fijado posición, solo una clave y me guardo para más adelante una discusión sobre este asunto: Yuyanapaq et reminiscencia… Hablaremos más adelante sobre el tema. Cierto que la contaminación y el problema del agua son para hacer denuncias amplias pero hay que trabajar más en develar a los lectores en como se produce la construcción social y política de esa contaminación y ese proceso gradual de privatización del agua para actuar antes que sea tarde, ya que es uno de los temas futuros que generarán guerras.

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